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Comenzamos la sala con mucha energía y entusiasmo, pero lo que nos encontramos dentro nos despistó pro completo. En gran parte por lo diferente que era de la gran mayoría de salas en las que habíamos estado. ¿¿¿Pero donde estaban los candados???

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Esto nos dejó un poco parados al inicio, pero enseguida fuimos pillándole el ritmo a la sala y nos metimos en materia. En seguida nos encontramos moviéndonos por la sala con total fluidez y resolviendo cada enigma que nos encontrábamos ante nosotros.

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Hacia la mitad del juego nos atascamos con un par de puzles y nos vimos obligados a pedir alguna pista al game master. La sala no era fácil, pero logramos salir de nuestros atascos bastante rápido.

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Hubo un momento en el que ya ni sabíamos cuantas pruebas habíamos resuelto. Pero la verdad es que no daba igual, nos estábamos divirtiendo mucho y la sala se nos estaba dando bastante bien. Y además la suerte estaba de nuestro lado, todo hay que decirlo.

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Finalmente logramos averiguar el misterio de "La locura de Goya" en el minuto 50:46. Aun no nos creíamos haber hecho tan buen tiempo en una sala para nada fácil.

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Una vez fuera, tuvimos una larga charla con nuestro game master en el que pudimos disfrutar, entre otros temas de conversación, de sus anécdotas al frente de la sala. Cuando salimos de las instalaciones de Mad Escape Room lo hicimos muy contentos y con la sensación de haber disfrutado de una de las salas más originales y mejor conseguidas de Madrid.

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